El centro natural y lógico así como la razón de ser de todas las actividades de cualquier sistema de salud, debe ser la persona, el ser humano, participando siempre como usuario y en algunas oportunidades en el rol de paciente o familiar de paciente. El sistema de salud debe ser el responsable de mantener saludables a todos los habitantes del país y de actuar frente a la aparición de enfermedades tanto físicas, como psíquicas o sociales. Todas las instituciones que lo integran tienen como objetivo central y esencial dicha tarea.
La estructura del sistema de salud debe estar diseñada en función de este concepto, que no solamente plantea una forma de gestionar y administrar la atención médica, sino que también propone introducir un componente ético y humanista al debate. Tanto en el mantenimiento de la salud como en la atención médica y en la rehabilitación, la comunidad actuando tanto organizada como individualmente tiene un protagonismo fundamental e intransferible.
La función principal de los usuarios de los servicios de salud está en el control del funcionamiento global de todo el sistema e individual de cada institución participante. Es pieza clave en la fiscalización que se está cumpliendo con las necesidades de los pacientes y usuarios, y que los procedimientos aplicados son los más adecuados para conservar la salud, asistir en caso de enfermedad y rehabilitar y reinsertar a la persona en la sociedad.
La atención de la salud es, en todas partes del mundo costosa, básicamente porque requiere de recursos humanos profesionales y técnicos calificados, y por los avances científicos y tecnológicos producidos en los últimos años.
Es decisión de cada país, es decir del conjunto de la sociedad civil, definir qué tipo de atención médica quiere brindar a sus ciudadanos y cuánto está dispuesto a invertir en dicha atención para que la misma pueda llegar a la totalidad de las personas sin distinción de clase social o posibilidad económica. Pero antes de tomar una decisión debemos tener presente que todo el dinero invertido en la salud de las personas impacta y condiciona el desarrollo posterior de todo el país.
El constante desarrollo de nuevas tecnologías diagnósticas y terapéuticas y la introducción de nuevas modalidades asistenciales ha pautado el perfil del sector en los últimos tiempos, con consecuencias y desafíos muy importantes para un sector que brinda servicios cada vez más complejos a un mercado cada vez más exigente.
Una exigencia que es producto de un conocimiento cada vez más amplio de cada vez mayores capas de la población, no solamente de los avances tecnológicos y asistenciales mencionados, sino también de sus derechos como consumidores y/o como integrantes de una sociedad moderna que debe garantizar el acceso de sus ciudadanos a prestaciones de salud integrales y adecuadas.
El centro de todas las actividades de las instituciones y organizaciones de salud debe ser el usuario de sus servicios. Conocer las necesidades asistenciales, el grado de satisfacción con los servicios brindados, lo que quiere y pretende de un servicio de salud, son todos elementos que deben ser tenidos en cuenta y considerados como esenciales por todas aquellas instituciones que integran la estructura sanitaria nacional.